3 claves para crear un fondo de emergencia sin sufrir

Se acabó el primer mes del año, aun así que es muy buen momento para preguntar, ¿qué tal van tus propósitos financieros?
Seguramente uno de ellos es ahorrar para las vacaciones o simplemente para comprar ese electrodoméstico o hacer esa reparación en casa que tanto urge, pero ¿y tu fondo de emergencia?
Una cosa es ahorrar para tus necesidades y gustos y, otra, es ahorrar para lo que no quieres que llegue… pero que cuando se hace presente, puede cambiarte la vida de forma total.
Un accidente, una enfermedad o un sismo… esos eventos llegan siempre sin avisar, pero tú ¿qué tan capaz eres de afrontarlos sin endeudarte?
La solución es prever y tu mejor aliado es un fondo de emergencia.
De acuerdo con la Condusef, un fondo de ahorro para emergencias debe tener el propósito de cubrir los gastos que una emergencia implique y que, con ello te sientas tranquilo.
Aunque no hay un acuerdo general sobre la cantidad que debe conformar tu fondo, la recomendación es que con él cubras de tres a seis meses de tus gastos.
¿Cómo saber cuál es esa cantidad? Es fácil. Sólo registra los gastos fijos que tienes en un mes. Enfócate en lo básico como alimentación, transporte y servicios. Con esto te darás una idea de cuánto necesitas al mes para vivir.
Aunque una cifra más alentadora pero más complicada de lograr es tres a seis meses de tu sueldo, sin descontar gastos.
A continuación, te presentamos tres claves para crear tu fondo de emergencia:
Situación familiar
Piensa en tu situación familiar: si otras personas dependen económicamente de ti, si tú eres el único que aporta al ingreso del hogar o más de un integrante lo hace.
Fija metas
Establece de cuánto es tu fondo de emergencias e incluye en tu presupuesto una aportación mensual para lograrlo.
¿Dónde guardarlo?
Debes acceder a tu fondo en el momento en que lo necesites. Puedes contratar una cuenta de depósito en una institución financiera autorizada.
Y aunque no te ofrecerá los mejores rendimientos, sí te dará liquidez (la opción de tener tu dinero cuando lo necesites).
No debes dejarlo en instrumentos financieros a ciertos plazos, pues en caso de que lo requieras, no lo podrías retirar o, en su caso, te penalizarían con una comisión por retirar tu dinero antes de tiempo.
Eso sí, no desistas. Si usas este fondo como tu caja chica cada vez que no alcances a terminar la quincena, jamás lo lograrás. ¡Sé constante!