5 emprendedores que convirtieron una simple idea en una empresa

Waynabox
Su propuesta de valor es cuanto menos arriesgada: “Una nueva forma de viajar, más divertida, sorprendente y económica para todo el que tenga un espíritu joven y aventurero. En España, no hay otra empresa con una oferta similar: los viajes a un destino sorpresa es la nueva aventura”, subraya Pau Sendra, CEO de Waynabox, ganadora de la edición 2014 de Lanzadera.
La idea surge tras un interrail entre amigos con intención de aplicar este modelo de viaje a los aviones. “Validamos, haciendo pruebas con usuarios reales y se fue trabajando conforme sugerían mejoras. Gracias al feedback de los viajeros pudimos validar cada fase del proyecto, testeado desde el principio con personas dispuestas a vivir una experiencia de viaje diferente. En un inicio, el proyecto no incluía noches de hotel, después se podía elegir el destino… Ahora, se incluyen vuelos de ida y vuelta y dos noches de hotel en uno de nuestros destinos secretos. El proyecto ha evolucionado alrededor de las necesidades de los usuarios y se ha ido adaptando conforme se identificaban las carencias y posibles soluciones que satisfacían a los viajeros”, confiesa Sendra.
Samplia
Somos la primera app que permite a los usuarios sacar un producto físico de nuestra red de máquinas, ubicadas por ahora en cinco centros comerciales de Madrid y Barcelona”, explica Robert Bonada, fundador de Samplia ().
Esta empresa permite un nuevo tipo de interacción no intrusiva de compradores con las marcas. “Los consumidores, a través de nuestra app, obtienen un código y, desde su móvil, lo envían a la máquina y esta les dispensa un producto. Hemos desarrollado un pulsador virtual que activa este proceso. En el momento de dispensar el producto, la pantalla de la app cambia y le dice al usuario que cuando haya probado el producto responda a un test de entre cinco y 10 preguntas. La marca, a tiempo real, recibe información de lo que opina cada usuario y cómo se comporta”.
Al principio, lo más difícil fue hacer entender a los usuarios “que nuestras máquinas le darían productos gratis a través de nuestra app gratuita. Hicimos una prueba piloto durante un mes en la Universidad de Barcelona con un producto que nos cedió Pepsi Max, que conocía de mi anterior trabajo. Y funcionó muy bien. La prueba nos permitió hacer mejoras tecnológicas. De ahí, nos fuimos a los centros comerciales, que es donde están las marcas y los consumidores”.
Eyesynth
Todo el diseño de nuestro sistema gira en torno a tres conceptos básicos: facilidad de uso, aprendizaje rápido y de uso universal”, resume Antonio Quesada las propiedades del sistema de gafas Eyesynth, “un conjunto de software/hardware que permite grabar imágenes tridimensionales del entorno y convertirlas en sonido, de manera que un usuario invidente puede percibir formas, espacios, objetos y obstáculos con un nivel de detalle inédito hasta el momento”.
Quesada recuerda que la idea surgió buscando una solución tecnológica para el hijo invidente de un amigo. “Tras investigar largo y tendido, llegamos a la conclusión de que, a pesar del potencial de la tecnología actual, no había herramientas tecnológicas de asistencia lo suficientemente potentes y útiles para este tipo de colectivos”.
Los ensayos iniciales atravesaron varias etapas. “La primera fue validar el software de conversión de imagen y sonido. Tras comprobar cómo el hijo de mi amigo pasaba con éxito todos los tests iniciales, tuvimos muy claro cuál era el camino a seguir. En una segunda etapa, diseñamos una simulación en realidad virtual, en la que había que moverse en un mundo 3D usando como referencia el sonido de Eyesynth. Lo probamos con éxito en este niño y en varios adultos invidentes, e iniciamos la fase de fabricación de un prototipo físico. A partir de ahí, nos pusimos en contacto con particulares y asociaciones, donde hicimos pruebas más extensivas. Nos ofrecieron una información muy valiosa en forma de nuevas funcionalidades y mecánicas de funcionamiento adaptadas al usuario final”. Aún no han entrado en fase de comercialización, pero han encontrado gran interés en organizaciones como la ONCE, BlindVeterans, en Reino Unio, y la NationalFederation of theBlind, en EE UU, entre otros prescriptores.
Nektria
Su idea ha evolucionado de los servicios de movilidad de personas al de mercancías. Y todo escuchando al mercado y aprovechando la tecnología que habían desarrollado. “Empezamos con la idea de que la movilidad de personas podría plantearse de una forma diferente compartiendo recursos. Luego, cuando expones una idea públicamente, todo el mundo tiene una opinión que dar. Lo normal es que el emprendedor se vuelva defensor a ultranza de su idea porque está enamorado de ella. Debes dejar pasar el tiempo”, recuerda David Costa, fundador de Nektria.
Tras tener la idea, reposarla y madurarla, el siguiente paso fue montar el equipo. “Sabía qué tipo de perfiles buscaba. Acabé juntando a siete personas para tener una reunión por semana en la que exponíamos todo el trabajo realizado y lanzábamos nuevos retos para resolver”, asegura.
La idea sobre movilidad de personas atravesó una travesía del desierto y hace año y medio decidieron pivotar, aprovechando la tecnología que habían desarrollado y la experiencia que tenían dentro del mismo sector hacia la movilidad de mercancías con un producto llamado RECShipping.com: la plataforma logística para ecommerce que permite al consumidor online elegir el día y la franja horaria de entrega con pricing variable (lado demanda), al tiempo que genera rutas óptimas para el operador logístico (lado oferta).