Lo Que Es Bueno Para General Motors, Es Bueno Para México

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Hace seis décadas, Charles E Wilson, entonces Secretario de Defensa estadounidense, acuñó esa frase (“what is good for General Motors, is good for America”), que sintetizaba la fusión entre los intereses del gobierno de los Estados Unidos y las de sus empresas multinacionales. Vaya que el mundo ha cambiado, pues hoy lo que es bueno para General Motors es bueno para México, pues la industria automotriz se ha convertido en un motor tan importante para la economía local que la eventual recuperación económica estará muy ligada al desempeño de este sector.

En una entrega anterior usábamos al sector automotriz mexicano como un sector cuya información podría anticipar el comportamiento general de la economía en la actual recesión económica. Nuestras estimaciones, a partir del análisis del sector, arrojaban una caída en el PIB doméstico en 2020 cercana al 9 por ciento. La estimación es cercana al escenario central que el Banco de México publicara un par de semanas después, de 8.8 por ciento, y se encontraba en el rango superior de las estimaciones del mercado.

De entonces a la fecha los datos disponibles han confirmado un escenario en donde la contracción del producto podría ubicarse alrededor de esa primera estimación, aunque el sesgo reciente de los datos es hacia una contracción incluso mayor, de no llevarse a cabo en el segundo semestre políticas tendientes a estimular la demanda agregada y proteger el empleo de la población.

La actividad industrial en el mes de abril, por ejemplo, presentó el hundimiento más profundo de su historia: un colapso de 29.3 por ciento respecto del mismo mes del año pasado. Y aunque los datos están sesgados por el efecto de la Semana Santa, las cifras adelantadas sugieren que, si bien los números de mayo no serán tan horribles, seguirán mostrando un escenario de extrema debilidad en este sector, que representa cerca de la quinta parte del PIB mexicano.

En particular, las cifras de la industria automotriz para mayo, publicadas las primeras semanas de este mes, muestran el alarmante estado en que se encuentra este sector, tan importante para el empleo, las exportaciones y el producto interno del país. Las ventas totales del sector automotriz se hundieron en mayo 59 por ciento respecto del mismo mes del año pasado. Los datos para la producción total mostraron un colapso de 93 por ciento, mientras que las exportaciones se abismaron 95 por ciento.

La gravedad del sector en sí mismo es crítica. México es el quinto mayor exportador automotriz del mundo, y en regiones como el Bajío, y estados como Jalisco, Coahuila, Aguascalientes y Chihuahua, las automotrices son los motores de las economías y el empleo locales.

Pero la importancia del sector va más allá. No únicamente porque jala consigo a la industria de autopartes y sus insumos, sino porque es la tercera fuente de dólares más importante de México luego de las remesas y el turismo. Así que, aunque las importaciones totales del país se han desplomado más de 28 por ciento en abril, la contracción de 90 por ciento de las exportaciones automotrices muestra un desbalance en la cuenta comercial proveniente del severo choque automotriz.

Es muy probable, sin embargo, que lo peor para la industria automotriz estará concentrado en el período abril-junio, y quizá, con la reapertura económica en los Estados Unidos y en México, comencemos a ver a partir de julio cifras de producción y exportaciones menos agresivas conforme las cadenas de producción y suministro tiendan hacia una nueva normalidad.

Ahora bien, el sector necesitará de apoyos precisos en el corto y mediano plazo: las ventas domésticas seguirán siendo afectadas mientras el empleo no se recupere y el tipo de cambio no se estabilice, y las exportaciones y la producción (cuya mayor parte es justo para exportaciones) serán muy sensibles a las oscilaciones en la dinámica económica estadounidense que puedan responder a futuros rebrotes de la pandemia, por ejemplo.

El sector automotriz es tan importante para la economía local, en términos de empleo, producción y exportaciones, que requiere de un esfuerzo dedicado para devolverle la salud perdida, pues al menos en lo económico, lo que es bueno para la industria automotriz, es bueno para México.

A DETALLE:

La información que nos ofrece el sector automotriz sobre la economía adelanta un cataclismo para el ciclo económico. La reanudación paulatina de las cadenas de suministro hacia los EE. UU. ayudarían a la industria automotriz para salir al paso. No obstante, sin un paquete de apoyo en el corto y mediano plazo resultará más complicado.

… la industria automotriz de México como generadora de divisas ha tenido un fuerte retroceso, el mayor en la historia reciente. Los datos con caídas superiores a noventa porciento, para los meses de abril y mayo, en producción y exportación, sugieren que estamos atravesando por el punto más álgido de la crisis en dicho sector.

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