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Cuando entras a estudiar la carrera tu primer instinto se vuelve buscar desarrollarte profesionalmente dentro del ámbito que estas estudiando. Sin embargo algunas veces por cuestiones de logística, horarios, necesidad económica entre otras cosas, no es tan sencillo ingresar en una empresa que cuente con tu área de estudio. Este no debe ser un factor que te desanime en el proceso, pues realmente existen múltiples ventajas al entrar a trabajar por primera vez, y a continuación te contamos algunas de estas.

1. Cuando consigues tu primer empleo siendo becario o bien trabajando y estudiando al mismo tiempo, tu panorama se expande.
2. Aprendes a desenvolverte en el ámbito laboral.
3. Tu lenguaje verbal y corporal evolucionan.
4. Aprendes cómo manejar una relación profesional tanto con tus superiores como con tus compañeros de trabajo.
5. Existe diversidad étnica, religiosa y social, aprendes a tratar con distintos perfiles sin sentirte incómodo.
6. Desarrollas algunos rasgos de tu personalidad que no habías explorado anteriormente y aprendes nuevos valores.
7. Encuentras la forma de adaptarte a las circunstancias y al ambiente, descubres si es ese el camino que quieres seguir o definitivamente no.
8. Una vez que trabajaste por primera vez adquieres experiencia y automáticamente pasas ese primer filtro con las empresas.
9. Desarrollas la capacidad de adaptarte y abrirte al trato con desconocidos, independientemente de si eres extrovertido o introvertido.
10. Conoces el ambiente laboral y te vuelves más maduro. Cambia tu percepción de la realidad y absorbes tus estudios de una forma más práctica que teórica.

Estas son simplemente algunas de las ventajas que obtienes gracias a una primera experiencia laboral, recuerda que siempre puedes absorber nuevos aprendizajes en todos lados, aprovecha la oportunidad y no te desanimes si la primera vez no es lo que esperabas, el conocimiento siempre termina por abrir nuevas puertas.